Enemigo Intimo
Frente a él tenía una pared, ¿derecha o izquierda?. Dobló instintivamente a la derecha y vió a sus padres, pero no eran sus padres aunque los sentía como sus padres. Extrañado dio dos pasos para atrás y se fue por la izquierda. En su camino dos experiencias pasadas aparecieron como grandes errores, con dientes afilados y rabiosos, amenazantes. Antes de que se avalanzaran dobló por una esquina y se encontró con un fracaso. Era altísimo. El no lo recordaba así, había sido sólo una experiencia enriquecedora, pero ahora era un gran fracaso que tenía que superar. Saltó intentando escalarlo y el gran esfuerzo le hizo inflar y doler músculos desconocidos. Cayó con todo el cuerpo del otro lado absorviendo todo el aire posible para saciar sus pulmones. Se limpió las gotas de sudor que cubrían sus ojos y quedó helado. Delante de él se levantaba la ambición, mostrando sus garras y toda su repugnancia. La baba le caía a chorros por los costados de la boca . ¿Qué estaba pasando?. El la recordaba graciosa y casi insignificante pero ahora era irreconocible, deformada, feroz. Esquivó los manotazos de uñas afiladas por un milímetro y pasando por debajo de sus patas velludas siguió por ese pasillo. Al final vio una puerta, con el aliento de los monstruos en su nuca y las últimas gotas de adrenalina se avalanzó hacia ella. Tenía el cartelito de salida. Cuando la alcanzó tuvo algunas dudas pero una inminente autodestrucción lo decidió. Supo que tenía que dejar aquel lugar, aquella chica.
2 Comments:
Yo creo que decidir eso es tan facil como lo que hacia El de Kung Fu(no me sale el nombre) que agarraba una holla gigante bien caliente con las muñecas desnudas. Pero lo bueno es que resolvistes el problema
Me han encantado tus relatos, espero que sigas escribiendo y compartiendo.
Noe
Publicar un comentario
<< Home