sábado, agosto 13, 2005

La esquina de los besos

La esquina de México y Defensa era conocida como la esquina de los besos. Cada vez que una pareja pasaba por ahí, si existía entre ellos algún atisbo de amor, un beso surgía espontáneamente. Podía ser en la mejilla, en la mano, en los labios, eso no importaba. Los del barrio conocían este secreto por eso algunos maridos esquivaban la esquina con ingeniosas tretas (pero sólo con sus mujeres), las monjas cruzaban de vereda, los del bar de enfrente levantaban apuestas y los muchachos de la barra aprovechaban. Cuando Mateluna cumplió los 17 le contaron. Salió rajando a buscar a la hija del panadero de la calle Balcarce, que le quitaba el sueño, y la encontró charlando con una amiga. Las tuvo que invitar a las dos a la heladería. No importaba, si no tenía éxito al menos si una excusa para no quedar mal con los muchachos.
Nadie sabe bien qué pasó después, sólo que al pasar los tres por ahí hubo más de un beso y que Mateluna nunca más pisó ni habló de esa esquina.

2 Comments:

At 16/8/05 11:50 p. m., Anonymous Anónimo said...

La esquina de los besos, entre dos calles llenas de arrugas y pasos olvidados. Hábrà sido ella la que los juntaba o simplemente el sonido histerico de un sonido melancòlico...

 
At 22/8/05 12:05 a. m., Blogger penelope baires said...

mexico y defensa es una buena interseccion. mexico esta lleno de coordenadas defensivas, insurgentes, patrioticas y heroicas. mas que como esquina de besos deberia funcionar como esquina de rupturas y de resistencias.
salud y felicidad,

 

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