Como en el aire
La velocidad me hunde. Unas falsas cosquillas de ansiedad van del estómago hasta la garganta. De repente siento algo que debe parecerse a la nada. Es un zumbido constante, como el ruido de una ola que no se va, que quedó encerrada en un caracol, y es todo. Cierro los ojos y la escucho mientras el piso vibra. Entonces me doy cuenta de que no estoy en ningún lado, no estoy en una ciudad ni en un país y por eso no hay gobiernos, ni televisión, ni otros. En realidad hay muchos otros pero no son “mis” otros así que no cuentan. Estoy suspendido en un instante sin tiempo, donde estoy indefenso y aislado. Las luces y las sombras están abajo, a miles de kilómetros contando cada una otra historia que mientras escribo va cambiando. Vibro. Vibra el piso, la mesa, las ventanas y siento el frío húmedo y atento en las manos. El líquido oscuro de la copa baila tranquilo y suave de lado a lado. Parece reirse de mi incapacidad de manejar la situación. Vuelvo a cerrar los ojos y me imagino en un jacuzzi donde los chorros de agua me mueven de un lado al otro. Y vuelve el sonido de la ola y respiro. Inhalo, exhalo despacio. No sé cuanto tiempo pasa. Suena un timbre y un olor comienza a invadir el espacio que me protegía. Ya no hay movimiento, ya no hay jacuzzi. Escucho tintinear botellas y tengo hambre. Abro los ojos y veo venir por el pasillo, arrastrado por una especie de barbie congelada, el carrito de la comida.
7 Comments:
me parece un ensueño tu escrito, tan soñado e imaginado como veces lo haz escrito...
entre el viento y el mar, nadie sabe quien va, o si proviene de algún lugar ese aroma a soledad, o es solo la intención de ansiar cuanto no puedes tocar...
de paso por tu blog...
fe de erratas de karina: haS
Hubo expresiones perfectas, estar suspendid e la Nada". Caramba hay algo peor? a veces se e da por pensar que la nada debe ser una forma de nombrar la muerte.
De paso.y ha sdo un gusto.
Realidad Onírica, de esas que nos hacen dudar de los sentidos.
Un gusto pasar por tu casa.
Te leo.
Horacio
.-¡Buenos días desde el otro lado del Atlántico!
.-Sí, desgraciadamente, al final vuelve la realidad...Ya lo describió bien Cervantes en el Quijote: Tenemos ideales, sensaciones, buenas intenciones y nobleza; pero al final siempre viene Sancho -la dura realidad y nos hace saber que caeremos del caballo de nuestra ilusión golpeados por las palas del molino de la maldad, la envidia, la desidia, el odio y el rencor, -en fin, todo lo malo pero real.
.-Saludos, Andybel.
parece un sue;o, una remembranza.
me gusta lo que leo
Ya no hay movimiento, ya no hay jacuzzi
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